El poder de la intención

Decía el Doctor Wayne W. Dyer (Psicólogo estadounidense, especialista en psicología positiva): “La palabra intención normalmente cuando la usamos, tiene la connotación de que nadie se interpondrá en nuestro camino. Tengo la intención de que algo ocurra, haré que salga bien contra viento y marea. Da igual la oposición que encuentre, tengo la intención de hacerlo. Es como cuando un pitbull se aferra una rueda. ¿Lo han visto alguna vez? No la suelta por nada.  Adoptaré la actitud del pitbull para conseguir lo que quiero. Eso es la intención”. Extraído de su charla “El poder de la intención”.

Pues bien, siguiendo en la línea de la frase de la semana publicada este pasado lunes, efectivamente vamos a hablar en este post sobre la intención y todo el poder que tiene sobre nuestras vidas y nuestros objetivos.

Frase de la semana:

Foto con frase

Te voy a hacer una pregunta, ¿Qué diferencia crees que puede haber entre los propósitos que NO has logrado hasta hoy por más sencillos que parecieran y los propósitos que lograste a la primera, aún pareciendo casi imposibles de lograr? La respuesta más común que recibo a esta pregunta suele ser que en los propósitos aparentemente más sencillos, pero que siempre andan rondando el inicio del año y que nunca conseguimos cuando el año acaba, nuestra intención no está clara. No tenemos una motivación lo suficientemente fuerte. Es decir, llevamos años intentando dejar de fumar, perder peso, hacer ejercicio físico, aprender inglés, etc, tanto tiempo, que llegamos a convencernos de que es algo realmente difícil y abandonamos porque «Total, no son tan necesarios en mi vida ahora mismo. Tengo cosas más importantes que hacer». Sin embargo, en el extremo opuesto nos encontramos con que en los propósitos realmente difíciles, esos que en un momento dado de nuestras vidas nos pone entre la espada y la pared, esos propósitos que si no llevamos a cabo nos pondrá en una situación que no deseamos, que nos angustia o nos aterroriza, entimos que si no nos comprometemos con todas nuestras fuerzas en lograrlos sufriremos de algún modo y sabemos que gran parte de la responsabilidad puede ser nuestra, si no lo intentamos al menos. ¿Qué ocurre cuando nos encontramos con una situación tan delicada? En muchos casos nos encontramos con que somos capaces de sacar una fuerza y una claridad que pocas veces hemos visto en nosotros mismos y que nos llevará a esforzarnos lo que sea necesario, para llegar al lugar en el que queremos estar… o a alejarnos del lugar en el que no queremos estar. Es decir, lo interpretamos como una situación de peligro.

Pongamos un ejemplo.

Imagina que llevas 20 años fumando y los últimos cinco años queriendo dejarlo. Siempre te lo propones cuando comienza el nuevo año, pero es tan difícil… ¿Verdad? Se siente tan bien fumando que siempre piensas “Ya lo dejaré” o “debería dejar de fumar”. Imagina ahora que un día vas al médico porque te sientes mal. Tienes ciertos síntomas que van a peor y que hacen que cada vez te canses más, te falte el aire, ya no puedas subir las escaleras hasta tu casa y tengas que coger el ascensor. Cada vez estás más debilitad@ y vas a que el médico te haga una evaluación. Imagina ahora que tras esa evaluación el doctor te indica que además de esos síntomas tienes la tensión alta y necesitas medicación. Finalmente te dice que todos los síntomas que tienes incluyendo lo de la tensión son debido al hecho de fumar. Te indica que si dejas de fumar todo eso que te pasa simplemente desaparecería. Esa noticia no te agrada nada, pero resulta que estás acomodad@ en esa situación. Has creado de todo eso tu zona de confort que no es que te guste, pero ha ido creándose de manera paulatina y te cuesta salir de ahí. Pero también te dice el médico que si no dejas de fumar vas a estar peor en poco tiempo y muy probablemente te vayas a llevar un susto. Si es que se queda solo en un susto. Porque según el doctor tienes muchas probabilidades de sufrir alguna enfermedad coronaria y eso es grave. Te está diciendo que podrías morir. ¿Qué harías ahora? El médico dice que vas de camino a ese destino. Es entonces cuando de repente tu mente cambia el chip, sientes que está en tu mano invertir ese destino o quedarte donde estás, que no te dejará estable sino que te pondrá en una situación peor. Ya te digo yo que si realmente tienes ganas de seguir viviendo, harás todo lo posible y sacarás la fuerza más desconocida de tu interior para dejar de fumar y si me estiras mucho, cambiarás tus hábitos alimenticios y quizás hasta comenzarás a caminar. ¿Me equivoco?

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Sin embargo, para otros propósitos que se sienten menos vitales, esa intención será más débil. Pero la buena noticia es que cuando somos conscientes de cómo funciona la intención, podemos alimentarla y trabajarla a nuestro favor con el fin de lograr todo aquello que nos propongamos. Tenemos el poder de enfocar nuestra energía en aquello que nos ayude a crecer, a evolucionar y a construirnos. ¿Cómo? Actuando como el pitbull que se aferra a la rueda con todas sus consecuencias.

¿A que quieres ser como el pitbull?

Vale, la teoría parece fácil pero ¿Cómo la llevamos a la práctica? ¿Cómo podemos alimentar la intención hasta llevarla al límite en el que nos impulse a enfocarnos con todas nuestras fuerzas en algo que en principio no tiene por qué ser vital? Por ejemplo, si quiero aprender inglés no por necesidad, sino por puro placer ¿Cómo puedo poner toda mi intención en ello?

Llegar a tener la actitud del pitbull puede llevarnos cierto tiempo de trabajo, entrenamiento y hábitos que no hemos tenido hasta ahora, ya que esa actitud la hemos sacado solamente en momentos en las que hemos sentido la imperiosa necesidad. Pero podemos dar un primer paso de una manera ciertamente sencilla, que depende sólo de crear un nuevo hábito hasta acostumbrarnos y llegar a cambiar nuestro pensamiento.

A continuación vamos a usar una primera y sencilla herramienta para comenzar a realizar cambios desde lo más básico hacia arriba con efecto dominó.

TIP:

Esta herramienta es el cambio de nuestro lenguaje, ¿Cómo hablamos cuando lo hacemos con otras personas? O incluso, ¿Cómo nos hablamos a nosotros mismos? ¿Qué vocabulario utilizamos? ¿Usamos muchas negaciones y coletillas de dudas? A partir de ahora vamos a escucharnos y a evaluarnos cuando hablamos. De esta manera podemos tomar conciencia y podemos modificar una de las primeras cosas que influyen en nuestra intención.

Pongamos otro ejemplo para entenderlo mejor:

Imaginemos que ahora que han pasado las fiestas de navidad, queremos cambiar nuestros hábitos alimenticios porque deseamos bajar de peso. No es algo realmente vital y sabemos que dependiendo de la cantidad que debamos perder, de ello no tiene por qué depender nuestra vida o salud a no ser que nos lo diga un médico. Pero queremos sentirnos mejor. Así que tenemos que poner toda nuestra intención tal y como si de ello dependiera nuestra vida.

Bien, pues a continuación vamos a conocer cómo evaluar nuestra forma de hablar sobre el tema o de hablarnos a nosotros mismos…

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Si en lugar de decir “Tengo que ponerme a dieta”, lo cambiamos por “Elijo comer más saludable”, no solo estamos usando un vocabulario más amable y menos estricto con nosotros mismos, sino que además resultará más sencillo para nuestro cerebro adaptarse a la nueva intención y enviar la orden al resto del cuerpo para que actúe acorde a nuestro deseo. Entonces lograremos reducir la tensión y la ansiedad porque ya no lo veremos como una obligación. Si en lugar de decirnos “Debería hacer deporte”, nos decimos “Voy a salir a correr un rato”, la fuerza de la intención es mucho más potente y además, igualmente dejamos de verlo como una obligación, para comenzar a verlo como una elección.

Al mismo tiempo, no solo en momentos clave de nuestro propósito como acabamos de ver, si no de manera general, podemos decirnos a nosotros mismos o bien en voz alta frases como “Lo voy a conseguir”, “Esto es fácil”, “He logrado cosas más difíciles”, “Cuando acabe el año pareceré otra persona”, Etc.

En el momento en el que comenzamos cambiando el lenguaje, creamos un efecto dominó que hace que se vayan haciendo cambios a mayores niveles, como por ejemplo nuestra forma de pensar y por lo tanto nuestra forma de sentir. Pasado el tiempo podremos comprobar que hemos pasado de hablar diferente a pensar y sentir diferente y nuestra intención se verá fortalecida y estando fortalecidos, podremos llegar a sentir que lo lograremos cueste lo que cueste. Tal y como hace el pitbull con la rueda. Si nos fijamos en la actitud del pitbull podríamos adivinar que el pensamiento que hay en su cabeza en el momento comentado al principio es el de…

“ESTO NO ACABARÁ HASTA QUE YO GANE”.

¿Y tú? ¿Quieres ganar?

Eva María Arrabal Martín

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PROMOCIÓN «4º ANIVERSARIO»

La semana pasada anuncié en las redes que el próximo 14 de julio cumpliré 4 años dedicándome a esta profesión tan bonita que es el acompañar a personas en el logro de objetivos, propósitos y sueños. Así que tengo preparado celebrarlo de una manera muy especial y quiero compartirlo con todos vosotros. ¿De qué manera? Continúa leyendo…

Cumpleaños

Pues los próximos días 13 y 14 de julio durante sólo esas 48 horas las sesiones estarán disponibles a un “PRECIO ANIVERSARIO”.

Las características de esta promoción son:

  • PRECIO ORIGINAL DE UNA SESIÓN PARA COACHING PERSONAL O TERAPIA: 70 euros + IVA.
  • “PRECIO ANIVERSARIO” DISPONIBLE SOLAMENTE POR 48 HORAS LOS DÍAS 13 Y 14 DE JULIO: 37 euros, precio cerrado con IVA incluído.
  • Se podrán reservar hasta 5 sesiones por persona durante esas 48 horas.
  • Las sesiones serán de 1 hora de duración y por Skype para cualquier lugar del mundo, excepto para los residentes en Málaga capital (España) que podrá ser presencial.

Para poder aprovechar esta promoción, sólo tendrás que seguir los siguientes pasos en las redes sociales en donde haya sido publicado y en las que puedes seguirme a través de los enlaces que puedes ver en esta web:

  1. Dale a “Me gusta” a este post.
  2. Compártelo en tu perfil.
  3. Envía un mail a evamariaarrabal@gmail.com con el asunto «PROMOCIÓN 4º ANIVERSARIO», indicándome tu interés en esta promoción. Ahí te facilitaré los pasos para que durante los días 13 y 14 de julio puedas reservar tu sesión personal a “PRECIO ANIVERSARIO”. Tras la confirmación de la reserva se te asignará una fecha para tu sesión.

¡Y RECUERDA! La promoción será solamente válida durante las 48 horas de los días 13 y 14 de julio.

¡CELEBREMOS ESTE 4º ANIVERSARIO JUNTOS! ¿QUIERES?

¿QUIÉN SOY?

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Eva María es Coach Personal, Ejecutivo y Empresarial por el IEC (Instituto Europeo de Coaching),certificada por ASESCO (Asociación Española de Coaching) con Nº CAC10714 y experta en Coaching Cuántico por el IEC. Se especializó en el trabajo de la autoestima y el acompañamiento de las personas tímidas en su camino a convertirse en personas sociables y extrovertidas. También es Asesora para la aplicación de la “Ley de la atracción”en la vida personal y en el trabajo. Además, Eva María es Terapeuta formada como Licensed Practitioner NLP (Programación Neurolingüística), certificada a nivel internacional por el Dr. Richard Bandlery Graduada en Método Silva certificada a nivel internacional por Jose Silva. En el año 2016 fue galardonada con la Medalla de Oro de los Reyes Católicos del Foro Europa 2001, en reconocimiento a su prestigio profesional y ese mismo año fue entrevistada como una de las mejores Coaches de España por el Diario ABC.

La distancia entre el lugar en donde estás y el lugar en donde quieres estar

El momento exacto en el que una persona decide contratar las sesiones de un Coach es cuando toma consciencia de qué es lo que realmente quiere, es decir, dónde quiere estar y de dónde está en el momento presente. Cuando la persona observa la distancia entre un punto y otro, independientemente del tamaño de dicha distancia, es cuando realmente se está comenzando a plantear ¿Qué es lo que debo de hacer, cómo y cuando para llegar al punto en donde deseo estar?. Puede ser encontrar una pareja, cambiar de trabajo, aprobar exámenes, etc. Muchas personas cuando llegan a este punto en su camino sienten pereza o miedo y deciden que quizás no les merece la pena. Otros no tienen problemas para comenzar a crear un plan estratégico y a mover fichas para llegar a su destino.Sin embargo hay muchas otras personas que cuando llegan a ese punto quedan estancados, saben qué es lo que quieren y saben que están dispuestos a comenzar con un plan para llegar hasta allí, pero no saben qué fichas mover, como o cuando hacerlo. Están dispuestos a superar las barreras de las creencias autolimitantes y los miedos, pero necesitan ayuda. Es en ese momento que muchas de ellas deciden acudir a un profesional del coaching para que pueda acompañarles en el camino.

No importa si la distancia entre donde estás y donde quieres estar es más grande o más pequeña. No importa si parece más fácil o más dificil. Si la meta a la que quieres llegar te parece realista, puedes comenzar dando el primer paso, el resto suele aparecer cuando ya empiezas a poder ver un poco más lejos. Como cuando vas conduciendo un coche en plena noche y sólo puedes ver lo que alumbra los faros, fíjate en que si avanzas unos metros, los faros ya te permiten ver algunos metros más allá.

Todo comienza con un primer paso.

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Eva María Arrabal Martín