5º episodio del podcast «Introverso»: «Las capacidades de los introvertidos para el éxito».

Después de un tiempo con mi podcast parado por casusas de trabajo, aquí vuelvo con un nuevo episodio de «Introverso». «Las capacidades del introvertido para el éxito».

¿Sabes cuáles son las cualidades que pueden llevar a una persona introvertida a tener éxito? En este episodio podrás conocer algunas de ellas, si te sientes identificado o identificada, ¡Celébralo! Porque te motivarán a lograrlo.

Como ya sabéis, podéis seguir mi podcast en Ivoox, Spotify, SoundCloud y Youtube.

¡Suscríbete a mi canal, dale «like» y después de oír este capítulo, déjame saber tu opinión!

Canal en Soundcloud:

Canal en Spotify:

Canal en Youtube:

¡Suscríbete a mi canal, dale «like» y después de oír este capítulo, déjame saber tu opinión!

Eva María Arrabal Martín

4º episodio del podcast «Introverso»: «Las habilidades sociales en las personas introvertidas».

En el episodio de hoy vamos a hablar sobre la importancia del trabajo y el entrenamiento de las habilidades sociales en las personas introvertidas.

¿Te ha pasado alguna vez que no has sabido cómo romper el hielo en una conversación? ¿O que no has hablado estando en un grupo por no sentir suficiente seguridad? ¿Sientes ciertos bloqueos cuando tienes que hablar porque no sabes cómo expresarlo? ¿Te pasa que sientes que no te expresas adecuadamente con otras personas y que te falta algo para mejorar tu comunicación?

Hoy vas a ver que eso tiene solución. Trabajar las habilidades sociales y entrenarlas es como ir al gimnasio para mejorar tu cuerpo, puedes ganar soltura a la hora de socializar y conocer gente nueva. O simplemente puedes mejorar tu oratoria si en el trabajo has de exponerte en reuniones y similares.

¿Hablamos?

Os recuerdo que podéis seguir el podcast «Introverso» en Ivoos, Spotify, Spreaker y Soundcloud.

¡Suscríbete en cualquiera de estas plataformas!

Escuchar en Ivoox:

Escuchar en Spotify:

Escuchar en Spreaker:

Escuchar en Soundcloud:

¡Déjame tus comentarios aquí abajo!

Eva María Arrabal Martín

3º episodio de mi podcast «Introverso»: «¿Cómo puedo saber si soy una persona introvertida?»

Hoy lunes traigo el tercer episodio del podcast «Introverso», titulado «¿Cómo puedo saber si soy una persona intovertida?».

¿Sabes si lo eres? ¿Lo sospechas? ¿Has oído hablar antes sobre la introversión pero no tienes del todo claro en qué consiste? Este episodio te resolverá muchas dudas.

En este tercer episodio conocemos algunas de las características propias de una persona introvertida. Tan solo son unas pocas, porque hablar de todas nos llevaría mucho tiempo. Pero si te sientes identificado o identificada con estas que conocerás hoy, tienes una personalidad introvertida.

Este episodio te servirá también para identificar a personas de tu entorno, que sientas que son introvertidas, como por ejemplo tu pareja, tu hija o hijo, etc y te ayudará a comprender mejor sobre su forma de tomar decisiones, de entender la vida y de vivirla.

¿Hablamos?

¡Entra en cualquiera de los siguientes enlaces y suscríbete al podcast! Te recuerdo que puedes seguirme en Ivoox, Spotify, Soundcloud y Spreaker.

Escuchar en Ivoox:

Escuchar en Spotify:

Escuchar en Soundcloud:

Escuchar en Spreaker:

Cuéntame aquí abajo qué te ha parecido. ¿Te identificas?

Eva María Arrabal Martín

2º episodio de mi podcast «Introverso»: «La introversión no es algo que superar o que curar».

En primer lugar, quiero agradecerte ser partícipe de la gran acogida de mi programa «Introverso», el podcast para personas introvertidas.

Como ya comenté la semana pasada en el día de su estreno, este programa es un espacio creado y enfocado a personas introvertidas, en donde me encantará hablarte sobre herramientas y habilidades sociales, que nos ayudarán a aumentar nuestras posibilidades y a enriquecer nuestras vidas.

Así que a continuación dejo enlaces directos al 2º episodio «La introversión no es algo que superar o que curar» que podrás escuchar en Ivoox, Spotify, Spreaker, Soundcloud y Mixcloud.

Escuchar en Ivoox:

<audio controls src="<amp-iframe src="https://www.ivoox.com/player_ej_102880110_6_1.html?c1=15c6cd&quot; width="auto" height="200" sandbox="allow-scripts allow-popups allow-popups-to-escape-sandbox allow-same-origin" layout="fixed-height" frameborder="0" scrolling="no"><amp-img src="https://static-1.ivoox.com/audios/1/c/0/0/1c0075c2f5cd86ebee0fe8c133686532_XXL.jpg&quot; placeholder width="200" height="200" layout="fixed" alt="Episodio 2: La introversión no es algo que superar ni que curar"></amp-img>

Escuchar en Spotify:

Escuchar en SoundCloud:

Escuchar en Spreaker:

Escucha «Episodio 2. La introversión no es algo que superar ni que curar» en Spreaker.

¡Déjame tu comentario aquí abajo y comparte con tus amigos!

Eva María Arrabal Martín

¡Bienvenidos a mi podcast Introverso! Aquí te dejo el primer episodio

Me complace anunciarte el estreno de mi programa «Introverso», que a partir de hoy puedes escuchar a través de mi podcast.

Este programa es un espacio creado y enfocado a personas introvertidas, en donde me encantará hablarte sobre herramientas y habilidades sociales, que nos ayudarán a aumentar nuestras posibilidades y a enriquecer nuestras vidas.

Este nuevo proyecto es una gran aventura para mí, porque tal y como ya sabéis de sobra las personas introvertidas, es un paso que no es fácil y rápido de hacer para personalidades como la nuestra. El exponernos en cualquier aspecto puede resultar algo que tenemos que preparar mucho y con gran perfeccionismo para sentirnos cómodos. Sin embargo y después de mucho tiempo preparándolo, ya me siento segura y por supuesto, ¡Emocionada!.

Así que a continuación os dejo enlaces directos al programa «Introverso», que podréis escuchar en Ivoox, Spotify, Spreaker, Soundcloud y Mixcloud.

Escuchar en Ivoox: https://go.ivoox.com/sq/1820210

Escuchar en Spreaker:

Ecuchar en Spotify:

Escuchar en Soundcloud:

Escuchar en MixCloud:

Suscríbete al podcast y oye mis episodios cada semana.

¡Déjame tu comentario aquí abajo y cuéntame tus impresiones!

Eva María Arrabal Martín

LAS PREGUNTAS IDEALES QUE TE AYUDARÁN A ALCANZAR TUS OBJETIVOS

¿Recuerdas la frase de la semana publicada este pasado lunes?: “Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana”, la dijo Walt Disney y rompe el hielo de manera perfecta para hablar sobre ello en este post.

¿Comenzamos?…

Fotografía: Armand Khoury

Fuente: Unsplash

¿Cuántas veces nos pasa que nos proponemos algo, pasa el tiempo y vamos viendo que no hacemos nada? Seguro que te suena eso de…

  • Mañana empiezo.
  • El lunes me pongo a dieta.
  • Cuando comience el nuevo año comienzo a hacer deporte.
  • Cuando pase el verano con todos sus eventos dejaré de fumar.
  • El mes que viene empezaré a ahorrar para ese viaje que quiero hacer.

Desgraciadamente nos pasa a nosotros y conocemos a muchas personas que quieren hacer cosas, pero por alguna razón dejan pasar el tiempo y ven cómo hoy están igual que ayer. Pero lo más triste, es que además nos vemos hoy igual que hace un mes y quizás igual que hace un año. Esto ocurre porque vivimos pensando que aún tenemos tiempo de comenzar y aunque en parte es cierto del mismo modo que también es cierta esa frase que dice “Nunca es tarde”, también es cierto que esa forma de pensar solamente nos lleva a dejar pasar la vida frente a nuestros ojos y esa vida será dentro de un año la misma que la que teníamos hace un año.

“`Algún día´ es una enfermedad que se llevará tus sueños a la tumba contigo”.

– Timothy Ferris –

¿De qué se arrepiente la gente justo antes de morir?

Seguro que has oído hablar de esto.

Bronnie Ware es una enfermera que quiso dejar reflejado por escrito algo que le había tocado el alma sobre las personas moribundas. Fue testigo de los arrepentimientos más comunes de las personas que sabían que estaban muriendo y esto le hizo comenzar a ver la vida de otra manera, desde otra perspectiva y con plena conciencia individual.

Gracias a que ella quiso mostrarlo al mundo, esto nos puede servir para replantearnos nuestra actitud frente a lo que realmente deseamos en esta vida.

¿Cuáles son esos arrepentimientos más comunes en las personas cuando llegan a sus últimos días de vida? Las respuestas fueron las siguientes:

  • No haber sido fiel a sí mismo: “Quisiera haber hecho lo que quería y no lo que otros querían que hiciera”.
  • “Ojalá no hubiera trabajado tanto”.
  • “No haber expresado mis sentimientos”.
  • “No haber dedicado tiempo a los amigos”.
  • “No haber sido más feliz”.

Imagina lo triste que es vernos con estas frases en nuestra cabeza en nuestros últimos días. ¿Podrías? Es más, ¡Podemos usarlo como herramienta práctica para llevar a cabo lo que queremos trabajar en este post!

Por supuesto que sí, así que antes de hacernos la lista de preguntas adecuadas para lograr nuestros propósitos, podemos comenzar haciendo lo siguiente:

Tips:

Visualízate en tus últimos días de vida:

Sé que suena duro y que la emoción puede ser igualmente dura, pero te pido que imagines por un momento que de repente has visto toda tu vida pasar y te encuentras en tus últimos días de vida. Imagina que estás en un futuro lejano, en la cama, siendo consciente de que ya has vivido todo lo que tenías que vivir. En ese momento, visualiza que repasas toda tu vida entera, que piensas en todo aquello que has hecho, pero también piensas en todo aquello que no has hecho. Imagina con toda precisión cómo te sientes y qué emociones te vienen, al pensar que has dejado muchas cosas por hacer, porque pensabas que aún tenías tiempo. Quizás pensaste por primera vez en aquello que pudo haberte hecho feliz cuando aún tenías 25 años, pero sentías que tenías tiempo y te aterrorizaba ponerte a crear ese sueño, porque a veces pensar en actuar YA da terror, es cierto, pero el caso es que nunca comenzaste. Ahora que te ves en la vejez y mirando hacia atrás ¿Cómo te sientes? ¿Qué sientes al pensar cómo habría sido tu vida si hubieras dado ese primer paso a los 25 o 30 años? ¿Cómo habría sido tu vida?

A continuación y con la ayuda de esta motivación que acabamos de trabajar con el ejercicio anterior, ahora vamos a conocer algunas preguntas que nos ayudarán a evaluar el punto en el que nos encontramos y que además, nos ayudarán a tomar conciencia de lo que estamos haciendo, o no, para lograr lo que realmente queremos. Estas preguntas nos ayudarán a tomar acción en lo que queremos y comenzaremos a ver resultados en solo días. Ya no te sentirás en el mismo lugar que ayer, sino que mañana verás que ya has dado el primer paso y estás más cerca.

Fotografía: Anne Nygård

Fuente: Unsplash

Para poder tomar conciencia de las acciones que estamos tomando o dejando de tomar, vamos a escribir en una hoja de papel las siguientes preguntas.

  • ¿Qué es lo que deseo realmente? ¿Cómo lo deseo específicamente? ¿Cuándo lo deseo exactamente?
  • ¿En qué momento estoy ahora? ¿Cómo me encuentro con respecto a mi propósito? ¿Cómo me siento con respecto a ello?
  • ¿Qué he hecho hasta este mismo momento para acercarme a ese objetivo? ¿Cómo lo estoy haciendo? ¿Es coherente? ¿Es eficaz?
  • En el caso de no estar haciendo nada aún en el presente, ¿Cómo me siento emocionalmente hablando con respecto a ello? Si la emoción es desagradable, ¿Cuánto tiempo más estoy dispuesto o dispuesta a estar en esta situación? ¿Me hace sentir una persona orgullosa por ello? ¿Qué tengo que hacer para dejar de sentir esta emoción desagradable por no estar haciendo nada?
  • Si continúo sin hacer nada al respecto, ¿Cómo me veré y me sentiré dentro de un año? ¿Qué pensaré de mí por ello?
  • ¿Qué obstáculos estoy teniendo? ¿Cómo los estoy sorteando o cómo puedo hacerlo?
  • ¿Qué obstáculos creo que voy a tener o puedo tener?
  • Si me encuentro con esos obstáculos ¿Cómo puedo sortearlos?
  • ¿Cómo me sentiré cuando ese objetivo esté conseguido?

Estas preguntas pueden ser literales tal y como las hemos visto, o estas mismas pueden servirnos para personalizarlas en coherencia con nosotros mismos y nuestras circunstancias. La clave está en encontrar las preguntas y las palabras adecuadas, que nos hagan sentir algo por dentro, que nos hagan recapacitar, pararnos a pensar un instante y ver qué es lo que estamos haciendo de manera errónea, o simplemente no estamos haciendo. Escribiremos las respuestas de forma detallada en la hoja en donde hemos plasmado las preguntas. Luego las leeremos en voz alta para escucharnos. En el momento en el que seamos conscientes de todo ello, nos sentiremos capaces de levantarnos del sofá y tomar acción sobre lo que realmente queremos.

Mañana, te encontrarás sin duda un poquito más cerca de tu objetivo.

Eva María Arrabal Martín

BIBLIOGRAFÍA:

“Coaching, caminando hacia el Ikigai”, Editorial Bookboon, 2020, Eva María Arrabal Martín.

“Motivación 1: el super poder de auto motivarte”, Editorial Bookboon, 2021, Eva María Arrabal Martín.

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2018-06-04/enfermera-cinco-cosas-arrepentiras-antes-morir_1567460/

13 BENEFICIOS DE ESCRIBIR UN DIARIO PARA LAS PERSONAS TÍMIDAS E INTROVERTIDAS

Ya has visto en mis redes la frase de la semana que habría el tema del que voy a hablar hoy: “Toda escritura es un viaje de descubrimiento” de Nadine Gordimer, escritora y premio Nobel de literatura en el año 1991. ¿Y de qué vamos a hablar hoy en el post? Vamos a hablar de los beneficios que nos aporta a las personas introvertidas y tímidas, el ejercicio de escribir un diario.

Cuando un nuevo cliente llega a mi consulta para trabajar las habilidades como persona introvertida, o porque sienta timidez y noto que le cuesta expresarme lo que siente y piensa en su día a día, lo primero que le digo es: “Hoy vas a crear un diario. Vas a escribir todos los días en él al menos 5 minutos sobre cómo te sientes con las cosas que me quieres contar o de las que ya hemos hablado. Cuando vengas aquí de nuevo, no tendrás por qué enseñármelo por supuesto, pero lo que escribas en él te servirá para exteriorizar todo lo que sientes con las palabras adecuadas para ti y luego te será más fácil contármelo a mí”.

¿Por qué hago esto?

Foto: Nsey Benajah
Fuente: Unsplash

Recuerdo en una de mis primeras consultas la historia de un joven que quería trabajar la motivación para estudiar. El chaval era bastante introvertido y sentía dificultades para expresarme lo que sentía hasta el punto en el que cuando yo le preguntaba “¿Cómo te sientes hoy?”, ¿Cómo has estudiando la última semana?”, “¿Cómo te ha ido estudiando con la nueva técnica que hemos trabajado?”, “¿Cómo te has sentido cuando el profesor te dijo eso?” o “¿Qué te parece este nuevo plan para la semana que viene?”, todas sus respuestas eran “Bien” o “Guay”. No se sentía capaz de salir de ahí. Por más que le pedía que se tomara un tiempo para pensar en palabras más concretas que expresaran sentimientos concretos, en el momento de la consulta y siendo observado por mí, no podía encontrar las palabras adecuadas para explicarme con la máxima concreción cómo se sentía exactamente. Las palabras “Bien” y “Guay” pueden abarcar infinidad de emociones, sentimientos e ideas que entran dentro de ellas, pero no concreta ninguna en específico. Así que le propuse trabajar con un diario para que se tomara un tiempo al día para explicar en él todo lo que sentía, buscando las palabras más concretas que pudiera para ser realmente certero. Esta técnica nos ayudó a ir avanzando y crear un plan de acción más certero y fructífero para el cliente, porque cuando volvía a consulta, ya sabía como expresarme lo que había estado sintiendo la semana anterior.

Sabemos y comprendemos que las personas tímidas y las introvertidas, tenemos una dificultad añadida a la hora de expresar nuestras emociones. No nos resulta nada fácil reflejar con palabras lo que sentimos o pensamos, de manera que la persona o personas con las que interactuamos comprendan realmente bien lo que sentimos o pensamos. Incluso en muchas ocasiones sentimos que directamente no nos comprenden porque no sienten empatía. Esto en ocasiones se debe a esa carencia en algunas habilidades de comunicación para poder sacar de dentro lo que tenemos. No es que las personas extrovertidas no tengan empatía, sino que puede ser en muchas ocasiones que les falte información y contexto.

Esta es una de las múltiples razones por las que las personas que somos introvertidas o las tímidas, elegimos callar muchas veces. Para evitar tener que explicar algo que nos cuesta un mundo, ya sea simplemente por falta de ciertas habilidades como puede ser en el caso de muchas personas introvertidas, o por los miedos propios de la timidez.

Escribir un diario puede llegar a ser un ejercicio realmente terapéutico, no solo para las personas introvertidas y tímidas, para todo el mundo. Sin embargo, las personas introvertidas y tímidas ganamos más con ello. En estos casos puede llegar a ser especialmente complejo mostrar al resto de personas qué es lo que sentimos, cómo nos sentimos y por qué nos sentimos de ese modo.

Evidentemente además de escribir en un diario para sacar lo que tenemos dentro y para expresarnos, es necesario que en estos casos se trabaje la asertividad y la autoestima entre otras habilidades de comunicación.

Tener un diario nos ayuda a adentrarnos en un viaje de autoconocimiento que puede llegar a ser realmente apasionante. Escribir puede ser una forma de meditar, de parar un instante y mirar hacia adentro de forma consciente como no lo hacemos cuando vamos en piloto automático, escribir nos ayuda a conocernos mejor. Cuando escribimos podemos sorprendernos descubriendo emociones que no somos capaces de sacar con la boca, pero cuando paramos a escribir ocurre la magia y podemos deshacer el tapón que a veces nos ahoga.

LAS EMOCIONES:

Todas las emociones son positivas si las observamos desde la perspectiva que nos dice que todas, absolutamente todas son necesarias. Puedes sentirte mejor o peor con cada una de ellas, podríamos decir de una manera más acertada que las emociones pueden ser agradables o desagradables, pero siempre son positivas porque aún las desagradables están ahí para mostrarnos algo que necesitamos cambiar, mejorar o trabajar a nuestro favor. ¿Qué sería de nosotros si no sintiéramos miedo? Pues que viviríamos constantemente con el riesgo de sobrepasar la línea del peligro. Por lo tanto el miedo es bueno, otra cosa es trabajarlo cuando lo sentimos en exceso por ejemplo.

Bien, pues sabiendo esto también sabemos de la necesidad de poder observar, evaluar y expresar esas emociones, sean agradables o desagradables.

El acto de expresar nuestras emociones, ya sean a otras personas o a nosotros mismos por escrito, nos permite viajar hacia adentro, tomar un instante de conciencia para observar con atención lo que sentimos, cómo lo sentimos, en qué parte de nuestro cuerpo lo sentimos y por supuesto, por qué lo sentimos, es decir, qué es lo que ha disparado esa emoción. Cuando ya sabemos la respuesta a todo eso, estamos preparados para evaluar si esa emoción nos bloquea o no. En el caso de que esa emoción nos esté bloqueando y lo estemos viendo con este ejercicio, estamos dando un paso más allá del simple hecho de “sentir” y estamos evaluando nuestra situación con respecto a ello. Es ahí cuando podemos buscar una solución a eso que nos hace sentir de cierta manera, claro está, estamos hablando en el caso de que esa emoción sea desagradable o nos frene de algún modo. ¡Si es positiva, bastará con que nos recreemos en ella!

Todas las emociones expresadas nos han de ayudar  reconocer qué es lo que nos la provoca y si esa situación nos genera emociones desagradables, podemos evaluar qué es lo que hay en nuestra mano para poder cambiarlo.

¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE ESCRIBIR PARA LAS PERSONAS INTROVERTIDAS Y TÍMIDAS? Vamos a verlo a continuación.

Foto: Tengyart
Fuente: Unsplash.com

BENEFICIOS DE ESCRIBIR UN DIARIO:

  1. Sirve como guía para organizar tus pensamientos: escribir nos sirve como mapa en la vida. No solamente nos ayudar para apreciar desde una perspectiva externa cómo nos sentimos en cada momento, sino que además con el tiempo también nos ayuda a conectar los puntos entre el pasado, el presente y el futuro. Teniendo por escrito nuestras vivencias, podemos echar mano a ellas cuando lo necesitemos en la toma de decisiones presentes y futuras.
  2. Nos ayuda a encontrar las palabras correctas que no nos salen cuando deseamos decirlas: esto nos prepara y nos entrena para hacerlo cada vez mejor cuando queramos hablar con otras personas. Encontrar las palabras correctas que no nos salen en el momento en el que necesitamos que nos salgan, salen mejor cuando las escribimos porque no nos tomamos los mismos tiempos cuando hablamos que cuando escribimos. Por eso escribir también es un acto de meditación e introspección calmada.
  3. Ayuda al autoconocimiento: cuando escribes sobre ti y sus emociones, te estás conociendo, estás adentrándote en tu interior y estás viajando a lugares que cuando interactúas con otras personas no alcanzas. En la antigua Grecia, el Oráculo de Delfos decía “Conócete a ti mismo”, como lema de lo realmente esencial para hacer cualquier propósito en esta vida. Conócete a ti mismo antes que nada para poder crecer.
  4. Nos sirve como válvula de escape y desahogo: por supuesto que si nos sentimos mal y nos cuesta expresarnos, escribiendo logramos sacar de dentro esos nudos que nos ahogan. Nos desahogamos, vamos a dormir en un mejor estado emocional.
  5. Nos ayuda a ser conscientes de nosotros mismos: nos ayuda a reconocer nuestros propios patrones de comportamiento y eso nos hace reconocernos mejor, saber cómo actuamos y por qué actuamos de ese modo.
  6. Es un gran ejercicio de meditación introspectiva: como ya comentamos en otro punto anterior, escribir también es meditar, es adentrarnos en nosotros, es hacer introspección, es recordar quienes somos realmente.
  7. Nos ayuda a observarnos desde otra perspectiva diferente: cuando escribimos nuestros pensamientos, es como si observáramos los conflictos de otra persona, de un amigo nuestro y de esa manera podemos salirnos de nosotros mismos y auto observarnos. Esto es apasionante porque eso nos ayuda a desbloquearnos cuando tenemos conflictos o dificultades para tomar decisiones.
  8. Nos ayuda a observar nuestra propia evolución desde el pasado: como hemos dicho anteriormente en otro punto, nos ayuda a unir puntos y entender nuestra historia de evolución. Eso nos ayuda a encontrar coherencia en nuestros patrones y seguir en esa línea.
  9. Ayuda a la memoria de lo ya vivido: a veces pasa que cuando no sabemos qué decisión tomar en alguna situación complicada, recordar situaciones similares o inspiradoras del pasado nos ayuda a aclararnos sobre lo que tenemos que hacer ahora. Recordar es reforzar en cierto modo nuestros valores cuando dudamos.
  10. Entrena la creatividad: por supuesto escribir nos hace más creativos. Esto hace que más adelante seamos capaces de expresarnos más y mejor cuando hablamos e interactuamos con otras personas. Al fin y al cabo escribir un diario es un entrenamiento mental y emocional, para después hacerlo con más fluidez cuando nos comunicamos oralmente, porque aprendemos a ser más rápidos encontrando las palabras adecuadas con las que podemos sentirnos más identificados en cada momento.
  11. Mejora la salud emocional: al fin y al cabo cuando escribimos un diario estamos sacando de dentro lo que nos aflige.
  12. Nos ayuda a tomar mejores decisiones en ciertas circunstancias complejas: aquí podemos hacernos preguntas sobre esas circunstancias, lo cual nos ayudará a buscar la solución dentro de nosotros mismos. ¿Qué me está pasando? ¿Por qué me está pasando? ¿Para qué me está pasando? ¿Cómo puedo mejorarlo? Todo esto nos servirá para tener conversaciones con nosotros mismos como si fuéramos otra persona que nos está aconsejando y guiando por el camino correcto.
  13. Alimenta la motivación: por último escribir nos ayuda a motivarnos. Escribiendo nos sentimos mejor, plasmamos cómo nos sentimos, pero también cómo deseamos sentirnos. Nos desahogamos, deshacemos nudos y nos desbloqueamos. De esta manera nos sentimos más preparados y mejor para proponernos nuevos objetivos, para crecer y mejorar con respecto a lo que hemos escrito desde el pasado. Nos vemos a nosotros mismos y nos vemos capaces de conseguir más cosas. ¿Imaginas poder leer y recordar situaciones del pasado grandiosas que has logrado? Eso alimenta tu poder personal y te hará más grandioso para ponerte nuevas metas.

Así que ahora, vamos a ver tips prácticos para trabajar nuestra comunicación con nosotros mismos.

TIPS:

Diario personal con preguntas.

Foto: Marcos Paulo Prado
Fuente: Unsplash.com

Para llevar todo esto a la práctica, puedes tener un diario en papel como se ha hecho toda la vida, pero también puedes crear uno digital y más fácil de manipular de manera creativa. Para esta segunda versión puedes crear un blog de acceso privado para que solamente puedas acceder tú y nadie más pueda verlo. Puede tener un uso más creativo porque puedes ir añadiendo fotografías no solo tuyas propias, sino también imágenes de internet con las que te sientas identificada o identificado, o que te ayuden a plasmar tus pensamientos y emociones.

Es recomendable que en ese diario te hagas preguntas del tipo:

  • ¿Cómo me siento hoy? ¿Qué es lo que ha disparado las emociones que me hacen sentir de este modo?
  • ¿Estas emociones son agradables o desagradables? ¿Puedo hacer algo para mejorar este aspecto? ¿El qué? ¿Cuándo voy a empezar a hacerlo y de qué modo específico?
  • ¿Cómo me gustaría sentirme al final del día/semana/mes?
  • ¿Qué he aprendido de lo que he expresado en este diario en la última semana? ¿A qué conclusiones me lleva sobre mí mismo o mí misma?

No tienen por qué ser estas preguntas de manera literal, pero pueden inspirarte o incluso añadir más preguntas que te ayuden en el ejercicio de auto observación y auto evaluación emocional.

Cuando acabe el día puedes evaluar si has logrado llevar a cabo los aspectos escritos en tu diario. Pero recuerda siempre que el hecho de no lograrlos no es un fracaso. No tienes por qué hacerlo bien todos los días, hay días que simplemente no estamos bien y no pasa nada.

Este ejercicio hecho de manera habitual, te ayudará a sentirte capaz de proponerte cosas cada vez más constructivas y metas más interesantes, aparte de conocerte más a ti misma o a ti mismo.

Y tú, ¿Ya tienes tu diario personal?

Eva María Arrabal Martín

BIBLIOGRAFÍA:

https://www.eldiario.es/consumoclaro/cuidarse/querido-beneficios-escribir-propias-vivencias_1_1964989.html

https://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20130920/54389788499/los-beneficios-de-escribir-tu-diario.html

https://belenpicadopsicologia.com/diario-personal/

Ten el coraje de cambiar lo que has estado haciendo hasta ahora y verás resultados distintos en tu vida.

Recuperamos la frase de la semana que ya nos hablaba del tema a tratar hoy: «Si haces lo que siempre has hecho, obtendrás lo que siempre has conseguido.» Esta inspiradora frase la dijo Tony Robbins, coach, orador motivacional y escritor y con ella pretende motivar a las personas a que se paren a pensar qué es lo que han hecho hasta este mismo momento, para obtener los resultados que han tenido y además, pararse a pensar si eso que están haciendo todavía es modificable si queremos cambiar nuestros resultados.

Una frase similar ya muy conocida es la siguiente: «Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes. Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo». Esta otra frase también espectacular, o al menos parte de ella, fue atribuida al genio Albert Einstein, aunque a día de hoy se desconoce si realmente la dijo él. El caso es que sí sabemos que esa frase completa tal y como la he plasmado aquí pertenece a la escritora Rita Mae Brown.

Sea quien sea el o la que lo dijo, efectivamente es una genialidad de frase.

Bien, pues el tema de hoy trata de nuestra incapacidad de no ver en un momento de bloqueo, nuestra propia responsabilidad sobre nuestros resultados en la vida.

  • ¿Por qué no te salen las cosas?
  • ¿Por qué todo en tu vida sigue aparentemente igual?
  • ¿Por qué continúas estancado o estancada en la misma o similar cantidad de dinero en tu cuenta corriente desde hace años?
  • ¿Por qué sientes que no avanzas?
  • ¿Por qué todas tus relaciones son fallidas y sus finales se parecen tanto entre sí?
  • ¿Por qué atraes siempre al mismo tiempo de hombres o mujeres?
  • ¿Por qué te vuelve a pasar lo mismo una y otra vez?

Decimos por ejemplo que tenemos mala suerte en el amor, pero continuamos poniendo nuestro foco en las personas que comparten unas características o patrones específicos que nos dañarán. O quizás simplemente es nuestro propio patrón a la hora de socializar con los que siguen siendo los mismos de siempre y por lo tanto, nos siguen dando los mismos resultados de siempre… pero eso sí, tenemos mala suerte en el amor y que nadie nos diga lo contrario.

Lo mismo pasa con nuestro trabajo, con nuestro dinero, nuestras amistades, los propósitos que vemos cómo se quedan a medio camino y no sabemos por qué nunca salen o salen mal.

  • ¿Has pensado alguna vez en la posibilidad de que si cambias algo de ti, todo cambie a tu alrededor?

Ya lo decía Marcel Proust:

“Aunque nada cambie, si yo cambio todo cambia”

Gracias a los estudios en psicología y neurociencia, ya conocemos el grandioso poder de nuestra mente.

Hoy sabemos que la realidad en si no es algo con una estructura fija, solo conocemos lo que hemos visto y experimentado desde que nacimos hasta el día de hoy, como si fuera una recopilación de datos y algoritmos que conforman nuestra propia realidad de manera individual, personal e intransferible. Por lo tanto cada realidad individual está bastante limitada. Gracias a la psicología y la neurociencia, también sabemos que nuestro destino no está predeterminado, sino que lo vamos creando día a día con nuestras decisiones y que estas decisiones están influenciadas por nuestros patrones y aprendizajes adquiridos. Nuestra realidad se basa en cada una de nuestras mentes individuales. Lo que estás pensando ahora y lo que estás haciendo ahora, es lo que determina tu futuro dentro de 5 minutos y por lo tanto, tus propios resultados en ese momento. Sin embargo, si sabiendo esto te abres a nuevas perspectivas y formas de entender la vida y tu propio destino, estarás comenzando a crear una nueva realidad, con nuevos resultados sorprendentes.

Si intentas llevar a cabo un propósito y fallas, tu cerebro interpretará que las siguientes veces que lo intentes, lo más probable es que vuelvas a fallar, porque ya puedes decir que sabes por experiencia propia que eso es así y es tu realidad, porque ha sido real. Pero teniendo ya estos conocimientos, sabrás moldear tu mente para pensar que es posible hacerlo de otra manera diferente a como lo habías hecho hasta ahora, para que por fin salga bien.

Ya sé que es difícil pararse a pensar y a tomar conciencia sobre nosotros mismos, sobre nuestros patrones de comportamiento y sobre todas aquellas cosas que de manera inconsciente y sutil, repetimos una y otra vez. Ya sé que es complicado pararse a pensar que esos patrones de comportamiento, por pequeños y sutiles que sean, están afectando para bien o para mal a modo de efecto dominó en nuestras vidas a todos los niveles. Es difícil, es complicado, pero es necesario, porque hasta que no lo hagamos no obtendremos los resultados que queremos o al menos, resultados distintos.

Sé que estás esperando a llegar al momento clave para saber cómo cambiar tus resultados. Así que…

¡Comencemos!

Mariposa saliendo de una crisálida

Autor de la foto: Suzanne D. Williams

Fuente: Unsplash.com

Primeramente debemos de tomar conciencia sobre lo que queremos o llevamos mucho tiempo queriendo y aún no hemos tenido, hecho o experimentado.

Después de tenerlo claro, debemos de tomar conciencia de los pasos que hacemos desde que comenzamos un nuevo intento y durante el proceso. Es aquí en donde si evaluamos todos los pasos, nos será más sencillo poder detectar qué patrones son los que repetimos y en los que no pensamos porque vamos en “modo automático” y siempre lo hemos hecho así. En ellos podemos ver los que no funcionan, pero también podemos ver los que podemos y debemos cambiar o mejorar, para que el resultado evidentemente cambien también. Si continuamos haciendo lo mismo sin ser conscientes y en “modo automático” como lo hemos hecho siempre hasta ahora, ¿Qué creemos que va a pasar al final? Pues que el resultado volverá a ser el mismo muy a nuestro pesar. ¿A que suena lógico y evidente? Pues siempre volvemos a cometer los mismos errores y nos volvemos a preguntar que por qué nosotros no podemos tener o ser “eso” o “aquello, o por qué volvemos a repetir la misma historia de amor y desamor.

Vamos a ver un ejemplo de esto para comprenderlo mejor:

Si sentimos que tenemos mala suerte en el amor, que todas las parejas que encontramos son iguales o similares como dice el dicho “Es el mismo perro con distinto collar”, podemos tener una situación perfecta para estudiarnos y evaluarnos. Nos fijaremos en nosotros mismos desde el mismo momento en el que nos fijamos en alguien, evaluaremos qué perfil es el que ponemos como objetivo y sobre todo, los patrones similares en todas esas personas ¿Qué tienen en común? ¿Por qué me gustan este tipo de personas? ¿Se parecen entre sí? (Seguramente sí). Después de ello, evaluaremos nuestro comportamiento con esa persona desde lo más pequeño e insignificante hasta lo más grande. Del mismo modo, evaluaremos el comportamiento de esa persona y sus patrones y si como hemos dicho antes, son similares a las de las personas anteriormente conocidas. Si finalmente esa relación igualmente falla, teniendo ese estado de consciencia nos resultaría más fácil detectar dónde está el conflicto, si está en nosotros a la hora de relacionarnos con la otra parte, si son patrones tóxicos por nuestra parte que repetimos sin observarlos, o si está en la otra persona que nos lanza las denominadas como “banderas rojas” que nos avisan de que nos van a dañar, pero nosotros no queremos verlo (esto sería igualmente un patrón repetido por nuestra parte y bastante tóxico por seguir permitiendo las señales que nos dañan y que se están repitiendo una y otra vez en nuestras relaciones).

El error más importante de todo esto se encuentra en la falta de conciencia cuando actuamos durante el proceso de un nuevo intento. Esto es aplicable a parejas, a trabajo, al éxito, pero también a amistades, familia, relaciones en general e incluso también es aplicable a la economía y el patrón que tenemos con respecto al dinero. Si siempre has obtenido los mismos resultados en cualquier campo de tu vida, es que algo falla en el nuestro patrón de conducta, o en la “normalización” en los patrones de los demás hacia nosotros.

Por último, debemos de tomar aquellas cosas que hemos detectado como patrones repetidos y tóxicos y buscar una solución al respecto. Evidentemente si esos patrones son nuestros, ya sabemos lo que tenemos que hacer: sustituirlos por nuevos patrones de conducta para que el efecto dominó tenga desde ese instante otra ruta diferente y nos lleve a un lugar distinto. Si esos patrones son ajenos, ya hemos aprendido a detectarlos como “banderas rojas” y también como un fallo por nuestra parte el haberlo permitido… hasta ahora. Reconociendo esos otros patrones, ya sabemos también lo que debemos de hacer: no aceptarlos más por nuestro bien y por el destino que realmente queremos y buscamos conseguir.

Ya hemos dado un grandioso paso al respecto. ¡Ahora toca tomar acción!

Y cuando hemos detectado los patrones bloqueantes y queremos hacer cambios en nuestras vidas, ¿Cómo lo hacemos? Vamos a verlo a continuación.

Mujer a punto de cambiar de ruta

Autor de la foto: Einar Storsul

Fuente: Unsplash.com

Proponte desaprender para aprender a pensar de manera diferente a como lo has hecho hasta hoy.

Nuestra forma de ver y entender la vida es un mapa mental propio que hemos ido creando a lo largo de nuestra existencia, hasta este mismo momento. Ese mapa mental ha sido creado, moldeado y personalizado por nosotros mismos. Si bien lo hemos hecho con la influencia directa de nuestra familia más cercana, amigos y maestros durante nuestra infancia y adolescencia, tenemos que saber que ya llegados a la edad adulta nadie más que nosotros mismos tiene la culpa o la responsabilidad sobre cómo entendemos la vida y cómo actuamos en ella. A partir de la edad adulta, solo nosotros somos responsables de nuestros patrones y comportamientos y ello se basa en la recopilación de datos de todo lo que hemos vivido hasta hoy. Por lo tanto y teniendo en cuenta todo esto, llegamos a la conclusión de que esos datos son tremendamente limitados, puesto que son solamente nuestros propios datos aprendidos de otras personas y experimentados en comparación con todos los datos que existen en todas las existencias. Así y bien, llegamos también a la conclusión de que nuestros pensamientos sobre la vida y las limitaciones, son simplemente creencias limitantes basadas en los techos que en algún momento nos hemos encontrado y a causa de ello, hemos adaptado nuestros patrones y hábitos a tal experiencia, limitándonos a nosotros mismos por aprendizaje.

Entonces, ahora podemos comprender que podemos ampliar la recopilación de nuevos datos de forma ilimitada y de manera deliberada. De esta manera estaremos ampliando nuestras posibilidades y cambiando nuestros resultados en la vida.

Una persona que observa más allá de su propia experiencia, que observa otras vidas, otras historias, otras experiencias con otros resultados y lo hace con una mentalidad más abierta, estará abriendo puertas en su mente para pensar que otros resultados son posibles en su propia experiencia.

A continuación te voy a contar algunos tips prácticos que te ayudarán a comenzar a tomar esta consciencia y a actuar de manera diferente, con una mente más abierta y amplia a nuevas perspectivas.

TIPS PRÁCTICOS:

  1. Entrénate diariamente para pensar diferente de forma deliberada: comienza por pensar que lo que has conocido hasta ahora es limitado, que solo conoces una parte de todas las posibilidades que existen en todas las realidades. A partir de ahí, enfócate en lo que quieres, enfócate en otras personas que tienen lo que tú deseas o algo que se le acerque a lo que tú deseas. Cuando seas capaz de comprender que si otros lo tienen o lo hacen es que es posible, comprenderás que esa es su realidad creada de manera individual y personalizada y si ellos pudieron crear esa realidad, tú también puedes crear una tuya nueva. Esta es una nueva manera de pensar diferente. Observa a esas personas, investiga cómo lo hicieron, pregúntales si tienes confianza, en definitiva, inspírate en ellas y aprende de sus patrones de conducta. Aprendiendo de patrones ajenos podemos cambiar los nuestros y comenzaremos a ver cambios en los resultados. Al fin y al cabo muchas de nuestras acciones se basan en la imitación social, aunque no lo sepamos ni seamos consciente de ellos. Desde que somos bebés hemos necesitado imitar para aprender a hacer las cosas por primera vez ¿Por qué no hacerlo de forma deliberada?
  2. Aprende algo nuevo de forma habitual: podemos entrenar a nuestra mente para ampliar nuestro mapa mental aprendiendo algo nuevo continuamente. Por ejemplo un nuevo idioma, un nuevo hobbie, etc. De esta manera nuestra mente entenderá que es posible ampliar nuestro campo de posibilidades. Cada cosa nueva que aprendamos, nos hará sentir cada vez más que algo mejor y más grande es posible, de esta manera llegará el momento en el que sentiremos que siempre podremos lograr algo mejor y además, que seremos capaces de hacerlo. Evitaremos el estancamiento y buscaremos siempre mejorar nuestros resultados… y lo lograremos.
  3. Vive el momento presente para ser consciente a partir de ahora, de tus nuevos patrones y comportamientos más pequeños: cuando comenzamos a ser conscientes del aquí y del ahora, nos damos cuenta de repente que hasta hoy habíamos vivido en “piloto automático” y esto ha hecho que no hayamos sido conscientes de muchos detalles de nuestra vida, de nuestro comportamiento y por lo tanto, de la coherencia de nuestros resultados con respecto a todo ello. En definitiva, nos damos cuenta de repente de todo lo que hacemos en el día a día que hace nuestros resultados y que antes no podíamos observar porque estábamos pensando demasiado en el pasado, o en el futuro. Comenzamos a ver nuestros errores y nuestra responsabilidad en ello. ¿Cómo te hablas a ti mismo o a ti misma a diario? ¿Cómo reaccionamos frente al comportamiento de los demás hacia nosotros? ¿Cómo actuamos cuando algo nos molesta? ¿Cómo hablamos a los demás? ¿Cuáles son nuestras expresiones más repetidas? ¿Se repiten mucho esos patrones? ¿Son realmente coherentes con lo que queremos conseguir o frenan su logro? Pues es cuando comenzamos a observar el presente, que comprendemos por qué algunas personas nos tratan como lo hacen, o comprendemos por qué seguimos teniendo los resultados que tenemos. Todo empieza ahí, en ser consciente de lo más pequeño de nuestro comportamiento y ser consciente de nosotros mismos en todo momento.

Comienza a cambiar y verás cómo cambian los resultados.

¿Qué te ha parecido? ¡Leo tu opinión!

Eva María Arrabal Martín

BIBLIOGRAFÍA:

  • «Deja de ser tú», Joe Dispenza. Editorial Urano, 2012.
  • «Motivación 1: El super poder de auto motivarte», Eva María Arrabal Martín. Editorial Bookboon, 2021.

LOS SECRETOS DE LAS VENTAS: cómo trabajar el estrés a tu favor para vender más

¿Te has parado a pensar en cómo afecta el estrés de un comercial al número de ventas? De eso vamos a hablar en el post de esta semana.

Comenzamos recordando la “Frase de la semana” publicada este pasado lunes y que ya nos hace un pequeño spoiler sobre el tema: “A veces, lo más productivo que puedes hacer es relajarte” de Mark Black.

¿Te has parado a preguntarte por qué cuando quieres hacer una cosa tan bien que tus niveles de estrés se elevan, es cuando precisamente te salen las cosas peor? ¿O simplemente te sientes una persona menos productiva, creativa o resolutiva cuando te estresas demasiado? El exceso de estrés por hacer algo realmente bien es lo que te está frenando. Sabes que eso que estás haciendo puedes hacerlo aún mejor, pero por alguna razón que no entiendes no te sale bien, te bloqueas, no se te ocurren ideas,  no te sientes capaz de resolver conflictos, etc. Es el nivel elevado de estrés lo que te está frenando a la hora de pensar o incluso a la hora de tomar las decisiones correctas. Es como cuando estás pasando una verdadera mala racha que te tiene emocionalmente agotado y te das cuenta de que cometes muchos errores, o tienes muchos accidentes. Está demostrado que mientras más estrés tenemos y más descontrolado, más accidentes sufrimos porque no estamos plenamente conscientes del momento presente, ni recibimos toda la información que necesitamos en cada momento de manera realmente óptima, porque nuestro cerebro está en “modo supervivencia” y deja atrás información y detalles que realmente son importantes para que el resultado sea el ideal.

Para empezar y para comprender esto, lo primero que debemos de conocer es que el estrés en sí no es malo ni bueno, simplemente “es” y como tal, todo dependerá no de su ausencia o existencia, sino del punto en el que se encuentra en la escala de niveles. Vamos a verlo a continuación para comprenderlo un poco mejor.

Existen 3 tipos de estrés:

  1. El distrés:

Se refiere al exceso de estrés. Este es el estrés del que todo el mundo habla verdaderamente cuando hablamos de estrés y es un error, puesto que es solo un tipo de estrés dentro de los cuales son dos tóxicos y uno es saludable y necesario.

Cuando hablamos de distrés hablamos de una situación emocional en la que nos sentimos bloqueados, no somos capaces de reaccionar ante cualquier situación, no estamos capacitados para tomar decisiones correctas y además, nos encontramos más propensos tanto a cometer fallos, como a enfermar y a que nos debilita las defensas. Además de todo esto, el exceso de estrés nos hace menos productivos y creativos. Si esta situación se mantiene en el tiempo, puede desembocar en desmotivación, pérdida de interés y de ilusión, además de padecer ansiedad y depresión.

.

Hombre con possits pegados

Fuente: Unsplash.com

Entonces si lo enfocamos al mundo de las ventas, ¿Te imaginas intentando producir ventas en un estado de distrés? No sería posible ya que esos mismos niveles de estrés nos bloquean a la hora de ser productivos, resolutivos y creativos, por lo que no encontraríamos la manera adecuada de convencer a la persona que tenemos delante. Un vendedor con distrés lo único que podrá conseguir es repeler a los clientes potenciales, en su ansia de poder vender un producto más sea como sea.

  • El hipoestrés:

Cuando hablamos de hipoestrés, estamos hablando de la ausencia total de niveles de estrés. Podría parecer algo positivo y deseable y de manera equivocada es lo que la mayoría de las personas esperan obtener. Sin embargo, al igual que el distrés este estado es tóxico para nuestro estado mental, emocional y nuestra salud, el hipoestrés es igualmente negativo, sobre todo si se mantiene en el tiempo.

El hipoestrés consiste en la pérdida de interés y motivación por todo. Una persona que padece de hipoestrés no tiene el más mínimo interés de llevar a cabo nada, por lo que simplemente no hará nada. Mientras deseamos no tener ningún nivel de estrés para supuestamente no sufrir (pensamiento erróneo), las personas con hipoestrés no tienen la fuerza necesaria para tomar acción en nada, simplemente no sienten nada por aquello que quizás en algún momento de su vida les movía por dentro. Entonces, una situación de hipoestrés nos frena y nos aleja de cualquier propósito que podamos desear.

¿Consideras que un vendedor que se encuentra en este estado, se encontrará en las condiciones idóneas para vender? Claramente la respuesta es NO.

Este estado mantenido en el tiempo también puede desembocar en desilusión por la vida y por lo tanto, depresión.

  • El eustrés:

Aquí está la clave verdadera para poder tomar acción en aquello que realmente deseamos conseguir.

El eustrés es justamente el punto medio y equilibrado entre el distrés y el hipoestrés. Cuando hablamos de eustrés, estamos hablando del punto justo en el que tenemos el nivel de estrés ideal que nos permitirá tomar acción, buscar soluciones a los conflictos, resolver problemas, echar mano de nuestra creatividad y tener la motivación suficiente para llevar a cabo cualquier propósito que tengamos.

¿A que cuando haces algo que te gusta y te impulsa sientes como un fuego por dentro que te empuja a seguir? Pues eso es el eustrés.

Así pues, un vendedor que tiene este nivel ideal de estrés, se sentirá capacitado y a la altura para encontrar la manera de crear más ventas. Una persona que se encuentra en este punto, puede resolver posibles conflictos con el cliente potencial e incluso podrá con su creatividad mejorar su oratoria, su carisma y su influencia. Una persona creativa es capaz de trabajar mejor su propia imagen para llegar a más gente.

Cuando un cliente potencial se encuentra con un vendedor en ese punto ideal de estrés, percibirá una energía que le hará ver al vendedor como alguien competente, resolutivo, creativo y que cree en lo que está vendiendo. A parte de eso, se mostrará como alguien que disfruta de lo que está haciendo.

¿Cómo puedo notar que estoy en el nivel de eustrés? Pues cuando fluyes, si sientes que fluyes con lo que haces como fluye el surfista que se convierte en la ola y se deja llevar por ella para precisamente no caer, ese es el sitio, ahí es.

Entonces, entendemos que el eustrés se encuentra justo en el punto medio y que este punto medio es óptimo para ser productivos, creativos y motivados en el punto justo, entonces lo entendemos todo.

Un comercial venderá más y mejor si se encuentra en el punto justo del eustrés, que si se descontrola emocionalmente debido al exceso de estrés, o por lo contrario, si no siente absolutamente ninguna motivación o ilusión por lograr una venta más.

Es la paradoja a la hora de vender, venderás más cuando te relajes y no dependas tanto de esa siguiente venta que tienes que hacer. Es como cuando persigues algo que nunca alcanzas, todo se debe a esa ansiedad por vender. Sin embargo cuando dejas de perseguir, es cuando esa venta ocurre más fácilmente.

Entonces, ¿Trabajar el estrés a nuestro favor realmente influye de manera positiva en la calidad de las ventas? La respuesta es ¡Por supuesto! El mejor comunicador ganará más puntos a su favor para vender lo que tiene, y esa comunicación se verá siempre influenciada y enriquecida si nos entrenamos en el estrés adecuado a la hora de vender.

¿Cómo podemos comenzar a sentir ese estado ideal de estrés?

  • Comportándonos como si ya hubiésemos vendido 50 de ese mismo producto en las últimas 24 horas: es decir, sin la ansiedad de necesitar vender a esas personas en concreto. Cuando un vendedor se muestra tranquilo y seguro de sí mismo, está enviando el mensaje de que si no vende en ese mismo momento ¡No pasa absolutamente nada! Además de estar enviando también el mensaje de que cree en lo que vende y lo que vende es bueno, por lo tanto está tranquilo porque sabe que a ese cliente o al siguiente, venderá.
  • Siendo conscientes de que nos hacen falta muchos “No” para recibir un “Sí”: así que tenemos que estar dispuestos al rechazo. La persona que es consciente y toma los riesgos de exponerse a muchos “NO”, son las que más “SÍ” acaban obteniendo al terminar el año. Es cuestión de crear las probabilidades.

Vamos a ver un ejemplo que seguro te parecerá muy curioso, pero es perfectamente comparable a lo que estamos hablando, ya que funciona del mismo modo. Seguro que habrás oído alguna vez a más de una persona decir que cuando tienen pareja “ligan” más ¿A que sí? ¿Sabes a que se debe ese curioso fenómeno? Se debe a que esa persona antes de tener pareja, seguramente quería conocer a alguien y ese deseo que pudo ser en su caso algo ansioso, hacía que de manera inconsciente las demás personas pensaran que no era tan “válido” o “válida” para ellas y hacía que las personas con las que podía tener posibilidades, sintieran cierto rechazo. No agrada a ver a las personas ansiosas cuando se te acercan para conocerte, quizás es hasta algo muy sutil y poco perceptible, pero realmente se percibe y repele. Sin embargo, en cuanto es persona tiene pareja y está feliz con su ella, de repente se relaja y se encuentra a gusto. Es entonces cuando ese deseo de conocer a alguien desaparece y es entonces cuando el resto de personas la perciben desde otra perspectiva y puede verse hasta más atractiva. En realidad era físicamente igual de atractiva antes, sin embargo ese estrés por querer conocer a alguien repelía al resto de personas y ahora ya no.

Pues así funciona el estrés. Mientras más relajado o relajada te encuentres, más posibilidades de conseguir resultados en las ventas tendrás.

Entonces, ¿Cómo podemos trabajar el estrés en la práctica? Vamos a conocer a continuación algunos tips prácticos y sencillos a continuación para poder trabajarlo nosotros mismos.

Mano con bombilla encendida.

Fuente: Unsplash.com

Tips prácticos:

  • Meditar: la meditación debería de ser tratada en todos los ámbitos como la alimentación o como el beber agua para estar hidratado. Crear este nuevo hábito nos ayuda a gestionar nuestra mente y nuestro estado emocional. Está demostrado que las personas que meditan habitualmente gestionan mejor el estrés y la ansiedad. Cuando tenemos este hábito, es más sencillo situarnos en el nivel del eustrés. ¿Piensas ahora que meditar es algo inútil o vanal?
  • Hacer ejercicio físico al menos 3 veces por semana: el ejercicio físico nos permite descargar el exceso de estrés y nos permite mantenernos en el nivel ideal. Tengamos en cuenta que si tenemos una vida sedentaria, el estrés puede acumularse y a largo plazo notaremos problemas por ello, entre ellos por ejemplo el riesgo de padecer ansiedad.
  • Priorizar: crear una lista de todo lo que tenemos que hacer, ideas, inspiraciones y ordenarlas por orden de urgencia nos permitirá sentirnos mejor y menos estresados, ya que llevaremos a cabo antes aquello que realmente sea necesario.
  • Organización productiva del tiempo: junto con el punto de priorizar, llevar por ejemplo una agenda con la lista anteriormente mencionada e ir tachando aquello que vamos haciendo, nos hará sentir mejor y más productivos al final del día. De esta manera podemos observar de un simple vistazo al final de la jornada que efectivamente hemos hecho más de lo que pensaríamos si no tuviéramos esa lista agendada. ¿Te suena eso de “Tengo la sensación de que no he hecho nada en todo el día”? Pues de esta manera evitaremos esa sensación.
  • Poner objetivos que nos motiven realmente: es necesario procurar que aquello que hacemos realmente nos lleve a un objetivo claro y concreto y que ese objetivo nos motive. Tenemos que saber a dónde realmente nos lleva el camino que estamos escogiendo. ¿Te suena esa sensación de levantarte todos los días para trabajar, pero al mismo tiempo no saber a dónde vas? Pues cuando nos marcamos una meta concreta y llevamos un camino coherente con ello, es cuando realmente notamos esa motivación que nos ayuda a mantenernos en ese nivel de eustrés ideal.
  • Visualizarnos con ese objetivo cumplido en el presente: por supuesto no puede faltar la visualización. Imaginarnos en esa meta ya cumplida, en ese objetivo realmente deseado es la gasolina que nos impulsará a tomar acción cada día.
  • Comportarnos como si ya hubiésemos obtenido los resultados deseados: esto nos ayudará a evitar esa ansiedad que nos bloquea. Cuando nos sentimos bien porque sentimos que ya tenemos eso que hemos deseado (sentir el deseo como algo ya pasado), entonces es cuando nos encontramos en ese estado comentado anteriormente en el que no tenemos la necesidad imperiosa de vender ahora con el cliente actual, sino que sabemos que todo va bien y va a ir igual de bien porque venderemos ya que creemos en nuestro producto.
  • Entrenar una mentalidad positiva: esto también necesario, nos permitirá ser conscientes de que 5 “No” seguidos no significa que nos vaya mal, sino que estamos más cerca del siguiente “Sí” que está por llegar. ¿A que no lo habías pensado así?

Todos estos puntos de manera equilibrada y coordinadas entre sí, nos ayudará a mantenernos alejados tanto del hipoestrés como del distrés, manteniéndonos en un punto medio que aunque pueda moverse de vez en cuando a cierto punto opuesto, los márgenes se mantendrán siempre de una manera coherente y saludable.

¿Cómo sientes que funcionas tú con tus niveles de estrés? ¡Te leo!

Eva María Arrabal Martín

¿Por qué nos agotamos los introvertidos cuando socializamos?

Como siempre, antes de comenzar con el post, recordemos la frase de la semana que nos ha llevado a la temática #ElAgotamientoDelIntrovertido de la que hablamos hoy.

Dice Stephen King, como buen introvertido que es, que lo que más le gusta de su trabajo es pasar horas y horas a solas en el despacho de su hogar escribiendo y que lo que menos le gusta, es cuando toca publicar el libro, tener que socializar y ser entrevistado continuamente para que la gente lo compre. No es que no le guste la gente necesariamente, solo él sabe sobre ese detalle en concreto, pero una cosa que todos los que somos introvertidos sabemos es que socializar nos agota.

En este post vamos a conocer el por qué ocurre esto que a las personas extrovertidas les resulta cuanto menos, curioso.

Ya sabemos que el rasgo introvertido, consiste en una clara tendencia de vivir el mundo interior de uno mismo, hasta el punto de sentirnos cómodos ahí y que podamos dedicarle horas e incluso días enteros. Somos personas que nos gusta como se dice “hablar con nosotros mismos”, meditar sobre nuestras cosas pensar, eso sí, pensar mucho, a veces incluso demasiado. Otra característica muy común en muchos de los introvertidos es que sobre pensamos las cosas. Esto de cogerle el gusto a estar solo nos lleva a sentirnos más cómodos cuando hay pocas personas y de confianza, en donde podemos sentirnos ser nosotros mismos con más naturalidad. Por supuesto que también socializamos, pero cuando así lo elegimos, no nos sentimos cómodos cuando se nos presiona como si fuese algo necesario estar socializando continuamente.

Los introvertidos socializamos a nuestro ritmo y este mundo en muchas ocasiones, demuestra estar hecho para ritmos rápidos.

Existe una diferencia bastante pronunciada entre una persona con un rasgo extravertido muy intenso, frente a una persona con un rasgo introvertido más intenso a la hora de socializar. La primera siente que puede recargar pilas cuando socializa en su tiempo de ocio o después del trabajo, mientras que la segunda siente que recarga pilas cuando está sola en casa leyendo, viendo una película, pintando, meditando o haciendo cosas que le hagan sentirse cómoda, quizás en compañía, pero de pocas personas y de confianza.

En realidad todos en mayor o menor medida tenemos en ciertos momentos niveles de introversión, así que todo el mundo en un momento dado puede agotarse de tanto socializar. Ya de hecho Carl Jung (Fundador de la psicología analítica), afirmó que no existe el introvertido o extrovertido meramente “puro”, sino que todos y cada uno de nosotros nos encontramos en un punto diferente, dentro de una escala común para todos. Mientras unos son más introvertidos, otros son más extrovertidos. Pero todos nos veremos en algún momento de nuestras vidas comportándonos como habitualmente no parecemos ser, porque encontraremos comodidad en alguna circunstancia más propia del rasgo opuesto.

Pero vamos a ver a continuación por qué nos agotamos más rápido los introvertidos cuando socializamos…

Grupo de personas en una fiesta

Fuente: Unsplash.com

Según la ciencia, para el cerebro de una persona introvertida el acto de hablar con mucha gente en poco tiempo se traduce en un gasto de energía a un nivel más elevado que para el cerebro de una persona extrovertida. Esto se debe a que el cerebro del introvertido tiende a priorizar otras actividades que para él son más enriquecedoras, como por ejemplo la habilidad de la creatividad, el ejercicio de introspección, la reflexión y por supuesto, un análisis exhaustivo y previo al acto de socializar.

Como ejemplo anecdótico de la introspección y creatividad, podemos ver una historia del genio Salvador Dalí, del que se le conoce unos niveles elevados de introversión. La anécdota ocurrió una noche en la que había quedado junto con su mujer para pasar una sesión de cine con unos amigos. En el último momento Dalí dijo que se encontraba indispuesto y no asistieron. Oficialmente quedó en la historia como una realidad que se encontraba enfermo, sin embargo, esa noche que no fueron al cine, el genio pintó uno de sus cuadros más famosos, de más nivel y más reconocidos a nivel mundial, “Los relojes”. Aunque oficialmente se encontraba enfermo, muy probablemente se tratara de una simple excusa para no asistir, porque esa noche no le apetecía estar con más gente. Además, ya tendría en su mente la inspiración y la idea del famoso cuadro de los relojes en su genial mente y no le apetecía dejarlo para el día siguiente, simplemente quería disfrutar de esa inspiración introspectiva.

Bien, pues si nos paramos en el último de los puntos comentados anteriormente, lo del análisis previo al acto de socializar es realmente fascinante, y se refiere al momento justo en el que llegamos al lugar en el que vamos a socializar y antes de comenzar con ello. Es en ese momento que los introvertidos primero miramos a nuestro alrededor, evaluamos la situación, el lugar, la gente que hay, los tipos de posibilidades que hay para todo lo que queremos hacer, quienes son los que hay, si los conocemos o no, en qué circunstancia se encuentran para acercarnos y entablar una conversación, etc… así contado es algo que puede sonar caótico y muy complejo pero nada más lejos de la realidad. Es un acto que realizamos primeramente para ordenar nuestra mente y las acciones que vamos a hacer a continuación. Esto que hacemos los introvertidos justo antes de empezar a socializar es nada más y nada menos que una previa evaluación de toda la situación, para justo después tomar decisiones que nos harán pasar a la acción.

Una persona  más extrovertida no siente la necesidad de hacer nada de eso, es más, ni siquiera se para a pensar en ello. Simplemente entra, mira y actúa. Es más sencillo. Sin embargo los introvertidos nos caracterizamos por evaluarlo todo antes de tomar cualquier decisión y actuar, porque por pequeña que sea la decisión, podría tener ciertas consecuencias y a los introvertidos nos gusta estar preparados para todo lo bueno y lo malo que pueda pasar. De hecho, sabemos que las personas introvertidas pensamos mucho cualquier cosa antes de llevarla a cabo, todas las posibilidades, posibles soluciones, consecuencias, maneras de hacerlo, etc y solo cuando lo tenemos realmente claro, es cuando actuamos.

Los introvertidos no nos caracterizamos por ser precisamente impulsivos.

Entonces, si tuviéramos que realizar una lista de actos concretos que nos agotan en el momento de socializar, serían los siguientes (Hay que tener en cuenta también que hay diferentes niveles de introversión y por ello mientras algunas personas solo cumplen dos o tres características, otras con mayor nivel puede cumplirlas todas o incluso más de las que aparecen aquí):

  • Cuando estamos manteniendo una conversación con otras personas, pensamos bastante en qué vamos a decir y cómo lo vamos a decir.
  • Nos enfocamos mucho no solo en qué es lo que las otras personas están diciendo, sino también en cómo lo están diciendo.
  • Muchos introvertidos también sobre pensamos y sobre evaluamos toda la información que estamos recibiendo.
  • Procuramos hacer un esfuerzo por amoldarnos al ritmo de las otras personas, en el caso de que ese ritmo sea más rápido que el nuestro.
  • Las personas introvertidas solemos ser muy observadoras, por lo que no nos limitamos a hablar y escuchar, también observamos todo los detalles que rodean a todos los interlocutores y que también nos da información sobre la conversación o situación específica.
  • Cuando hablamos en grupos grandes, exponemos en una reunión o hablamos en público nos sentimos extremadamente expuestos  y esta tensión también agota, a veces en extremo.
  • Las personas introvertidas tendemos a tener intereses en temas muy específicos, algunas veces nos dejamos llevar por la fascinación en esos temas hasta niveles obsesivos. Esto hace que se complique la socialización en muchos casos al no ser fácil ser parte del intereses de la mayoría. De aquí la importancia del conocimiento y el uso de las habilidades sociales, para poder compartir conversaciones del interés de los demás, esto es algo que por supuesto se puede hacer e incluso disfrutar.
  • En el caso concreto de las personas que debido a un mayor nivel de introversión tienen carencias en las habilidades sociales, se les suma el esfuerzo a la hora de llevar a la práctica los conocimientos que tienen sobre esas habilidades. Esto conlleva una intensa auto evaluación durante las conversaciones para estudiar bien lo que se va a decir y cómo se va a decir. También sobre el comportamiento que tienen mientras lo hacen. Se fijan más en las reacciones de la otra persona y así pueden testear si lo están haciendo bien o no ¡Y esto realmente agota muchísimo!

A parte de todo lo comentado hasta ahora, existen también estudios que demuestran que los dos perfiles responden de manera diferente a las recompensas a la hora de socializar.

Estas recompensas son variables como por ejemplo conseguir contactos nuevos, acercarse a una persona que le agrada, lograr posibilidades de ascenso o disfrutar de una cena.

Según los resultados de esos estudios, las personas extrovertidas poseen un sistema de recompensa de dopamina mucho más activa que las personas de perfil introvertido, por lo que la sensación de recompensa después de haber logrado algo de eso, es diferente. La persona introvertida sentirá esos niveles de dopamina en otras circunstancias que requieran de menos personas, o de más tiempo en soledad como actividades creativas por ejemplo.

El hecho de que esos niveles de dopamina que es lo que regula la motivación sea más bajo en las personas introvertidas, hace que elementos como el ruido, la actividad del grupo en general o las luces puedan llegar a ser realmente molestos y agotadores para este tipo de personas. Esta es otra de las razones por la que las personas introvertidas pueden sentirse en un momento dado lo suficientemente incómodas, como para decidir marcharse a casa a descansar.

Por causa de todo lo que hemos visto hasta ahora, es que tú, introvertido e introvertida, cuando sales a socializar, has de volver a casa antes e incluso sientes que no puedes socializar muchos días seguidos. Te conoces bien y sabes que necesitas un espacio de descanso entre una reunión y otra. ¿Verdad?

Taza de café con frase “Ocupado introvirtiendo”

Fuente: Unsplash.com

Así que cuando vuelvas de estar socializando en una fiesta, no te extrañes si al llegar a casa necesitas descansar para reponerte, no coger llamadas, no responder wassaps, ni volver a quedar hasta que te hayas “recompuesto” mentalmente. Te sentirás en plena “resaca de introvertido”. Tú sigues siendo una persona normal y la sociedad puede esperar.

No tienes nada que cambiar, solo tienes que encontrar tu manera de actuar con respecto a tus emociones y estados, nada más.

Eva María Arrabal Martín